El pasado fin de semana fui a cenar con un grupo de amigos a la "Cervecería La Profecía", un establecimiento que se encuentra en Narón, concretamente en el lugar de "O Ponto" siendo desde hace tiempo uno de los referentes de esta zona y que con el paso del tiempo sin duda se consolida aún más. Para quien no la conozca, se encuentra en la Carretera de Castilla, 706, en un local amplio con una decoración moderna con capacidad para 70 personas en su interior entre los dos comedores de los que dispone y con una terraza bastante amplia en su parte delantera que viene aumentar considerablemente su capacidad.
Ofrece una cocina tradicional en una carta no muy amplia pero con mucha variedad en donde podemos encontrar una selección de ensaladas y tostas, platos de picoteo, una selección de platos de carne, de pescados y las especialidades de la casa. Trabajan mucho la barra, de hecho es uno de los pocos establecimientos de nuestra comarca cuyos pinchos se eligen a la carta, seleccionando entre una variedad de fríos y calientes que varía cada día. También están especializados en desayunos.
En esta ocasión, previa reserva por supuesto, fuimos a cenar 24 personas entre adultos y niños, y nos ubicaron en el comedor privado que tienen en el fondo del local (con capacidad para unas 30 personas aproximadamente), y pedimos una mesa para los niños y otra para los adultos para estar un poco más cómodos. Para comer los niños se pidieron cuatro raciones de "Nugets de Pollo", dos raciones de "Calamares a la Romana" y una ración de "Raxo con Patatas" y para beber aguas y algunos refrescos, la comida debía de estar buena porque enseguida la terminaron sin dejar prácticamente nada en las fuentes y por sus comentarios por supuesto.
Para los adultos, de beber pedimos un par de botellas de vino Mencía "Abeledos", bastantes cañas, aguas y algún Albariño por copa, y para comer, tres raciones de "Pan Tumaca", tres raciones de "Tostas de Rulo de Cabra con mermelada de pimiento rojo" y tres raciones de "Tostas de Chicharrón prensado y queso de Arzúa", cuatro raciones de "Chipirones Fritos" y tres raciones de "Pollo Kentucky", la verdad que toda la comida estaba muy buena, y las raciones bastante generosas. Terminamos con unos cafés, algunos chupitos y un par de postres caseros que fueron "Mouse de Limón" y un "Mouse de Chocolate". La cuenta ascendió a 308€.
La verdad que es un sitio que vale la pena probar y muchos son los motivos en los que me baso para decirlo, además de tener una comida que está rica, ofrece una selección de platos muy variados que se adaptan a todos los gustos y a unos precios asequibles, el local es muy amplio, cómodo y está climatizado y por la zona no hay mucho problema para aparcar, pero si tengo que destacar algo es la atención, un personal fuera de serie que se vuelca con el cliente, conoce muy bien su producto y su negocio, sabe aconsejar y está pendiente en todo momento para que todo sea de agrado del cliente, además de tener un servicio rápido ya que el local estaba prácticamente lleno y no tuvimos mucho que esperar por la comida. Sin duda es un sitio que recomiendo y al que pienso volver.
Saludos, pronto volveremos con más crónicas.
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