El pasado sábado tuve la oportunidad de cenar en el "Timón Bar"; mi impresión del mismo es positiva y desde luego es de agradecer a su promotor el que haya vuelto a Ferrol a emprender de nuevo una aventura empresarial.
En un local que anteriormente era un bar-cafetería, se ha logrado una decoración agradable, que permite degustar platos variados y que por suerte aportan un valor añadido y una variedad a lo que habitualmente tenemos en la zona.
Tomamos entre otros, bacalao escabechado con pimientos, picaña de ternera, lomo y postres como el queso de tetilla líquido con membrillo; todos los platos bien de preparación y ricos, especialmente el bacalao; junto con una botella de vino, el precio ascendió a aproximadamente 20 euros por persona, lo que supone una cifra razonable, partiendo de que vas a satisfacer más el paladar que el estómago.
Mi recomendación sería que por la semana hubiese alguna opción de menú, de forma que se pueda configurar como una alternativa para comidas de trabajo.
Como conclusión, recomendaros que probéis un lugar nuevo, dirigido por personas con experiencia, con un servicio ágil y amable y con una carta diferente.
Reiterar como ferrolano al Chef Jordán, el agradecimiento por venir a Ferrol a ayudarnos a construir un sitio mejor mediante el mejor ejemplo, trabajando.
2 comentarios:
Aprovechando mis últimos días de vacaciones ayer me acerque a este restaurante para cenar con una amiga, y la verdad es que ha sido una grata sorpresa dentro de la oferta gastronómica de Ferrol. La carta no muy extensa se compondría de unos 10 platos se alejan de cualquier plato conocido en la mayoría de los restaurantes de la comarca. Lo primero decir es que los platos son todos para compartir, y dentro de su oferta nos decantamos por una Salpicón de Cigalas, Atún con pasta de trigo y Picaña de Ternera con salsa de queso Roquefort, a cada plato mejor. Por ultimo, para los postres nos decantamos los tres por un helado de queso de tetilla con membrillo que estaba realmente muy bueno. La cuenta ascendió a 50€ y aunque no tomamos vino me pareció más que razonable para la cantidad y calidad de la comida que degustamos.
Sentirte como en aquellos años 80 rodeados de una cocina llena de imaginación hacen del Timon el local con mas encanto de nuestra ciudad
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