viernes, 14 de julio de 2017

RESTAURANTE JAPONÉS WASABI (Narón)


Hace tiempo que tenía pendiente de escribir la crónica de esta cena que tuve con unos amigos hace un par de meses en el restaurante japonés de Narón "Wasabi", aunque las personas que seguís este blog ya sabéis que he hablado de este sitio en febrero de una comida de trabajo donde comimos con los menús cerrados que tienen a mediodía, en esta ocasión fuimos de manera diferente con cena a la carta por lo que tuve el gusto de probar muchas más cosas, una experiencia sin duda recomendable.


La decoración de este sitio es peculiar, la zona de la barra no muestra ningún indicio del tipo de restaurante en el que estamos, si que lo vemos cuando pasamos al comedor, donde una parte está decorada con unos unos enormes murales de estilo japonés y otra con unas enormes celosías de madera clara, sus mesas están perfectamente caracterizadas, donde no faltan  los palillos y la jarra con la típica salsa se soja usada para el acompañamiento de algunos platos.

En esta cena éramos tres matrimonios y decidimos pedir varios platos para compartir y probar así más cosas, empezamos pidiendo un variado de Rollos de Primavera y Rollos de Langostinos (estos se piden por unidades y tienen un tamaño bastante generoso), una ración de Gyoza que es un tipo de empanadilla japonesa rellena de carne y col china entre otros ingredientes, dos raciones de tempura de verduras y langostinos, una tabla de 28 piezas de makis variados con su jengibre y wasabi, y una ración de solomillo teppanyaki, para mi todo estaba muy bueno ya que este tipo de comida me encanta, pero si me tengo que quedar con algo, sin duda con el sushi es uno de los platos de comida extranjera que mas aprecio.






Terminamos con unos postres, optamos por pedir al igual que con la comida varios diferentes para probar y nos decantamos por aquellos que eran típicos japoneses como son dorayakis, trufas de té verde, plátano crujiente con miel y bolas de sésamo, que decir, unos mejor que otros, pero sin duda me quedo con las trufas de té verde, terminamos con unos cafés y una breve sobremesa ya que estaban empezando a regoger. De precio con todo lo que comimos, una botella de vino D.O.Rioja Azpilicueta, un par de cervezas y varias agua, pagamos 110€.





Sin duda contentos con la experiencia y con ganas de volver, siempre da gusto variar un poco de la comida tradicional, y mas en este caso si la preparan bien como en este sitio, la ubicación no es mala en lo que a aparcamiento se refiere y el local no dice mucho de lo que es hasta que estás sentado en la mesa y aprecias mejor la decoracion, la atención es buena, servicio es rápido, raciones generosas que llegan perfectamente y un precio normal. Espero volver, y seguir probar muchas mas cosas de la amplia variedad que tienen. Para el que no lo sepa, tienen servicio a domicilio y también para recogida en local

Saludos.

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