jueves, 25 de febrero de 2016

MESÓN A GRANXA (San Saturnino)


El pasado domingo aprovechando el buen día decidimos ir a comer fuera y dado que en el grupo había seis niños, elegimos el "Mesón A Granxa" en San Saturnino, un establecimiento del que me habían hablado satisfactoriamente familiares y amigos que me conocen bien, recomendándome el churrasco de ternera que es algo que me encanta, pues que mejor momento que este para ir a a probarlo en compañía de unos buenos amigos.



Para quien no lo conozca, este establecimiento se ubica en una casa de piedra rehabilitada, con más de 200 años de historia, que perteneció a la antigua granja de los Duques de Conquista y que dispone de una finca de más de 15.000 metros cuadrados pegada al Río Jubia, acondicionada en bastante medida para que los más pequeños tengan un sitio donde poder entretenerse, con porterías, red de voleibol, columpios, animales, etc. y un precioso paseo pegado al río que termina en otro restaurante de la zona, y que es formidable para ayudarnos a bajar la comida después de la sobremesa.



El mesón dispone de dos comedores que dan cabida a 90 personas, aparte tienen una terraza en la zona de la entrada ideal para tomarse el café después de la comida y poder controlar así a los pequeños, su cocina es tradicional, en ella podemos encontrar una selección de entrantes y raciones para compartir, mariscos, carnes y pescados, siendo su especialidad el churrasco y las carnes a la brasa.

Nosotros en esta ocasión fuimos diez personas, de las cuales cuatro éramos adultos y el resto niños, para beber pedimos aguas, jarras de cerveza y alguna que otra copa de vino rioja, y para comer pedimos para los niños seis milanesas de ternera, de un buen tamaño y acompañadas con patatas fritas, y para los mayores, dos raciones de churrasco de ternera y una de churrasco de cerdo, dos criollos y una ensalada, el churrasco ya viene acompañado de cachelos, las milanesas debían de estar buenas porque no dejaron ni la prueba, y respecto al churrasco tengo que decir que estaba muy bueno, al punto de parrilla y la carne nada dura, con muy buen sabor. Para terminar tomamos unos postres, los niños helado, y los mayores nos inclinamos por el requesón con miel, mouse de limón y el bombón glacé, seguimos con los cafés ya en la terraza disfrutando del día de tregua que nos dio el tiempo y terminamos con un agradable paseo por la orilla del río. Pagamos en total 145€ por los diez comensales.




Para el que no lo conozca sin duda se lo recomiendo, sobre todo si tienen niños ya que el entorno es excepcional, tiene una carta muy variada que se adapta a cualquier tipo de comensal, unos precios asequibles, un trato cordial, un servicio rápido y el local es acogedor. Dispone de un amplio aparcamiento y lo que aconsejo es que si tenéis pensado ir en fin de semana hagáis una reserva con unos días de antelación ya que suele estar lleno.

Saludos.
A.Gómez.

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