Recientemente fuimos a cenar al restaurante de Manuel, propiedad de un viejo conocido del mundo gastronómico de nuestra comarca (antiguo Restaurante El Escudo) y que recientemente acaba de trasladarse a un nuevo local que le ofrece a los clientes mejor situación, más servicios y mucha más amplitud que donde se encontraba anteriormente que era en la zona de los Corrales.
Eramos tres personas y dado el considerable tamaño del comedor no hubo problemas en conseguir una mesa. Este restaurante es el típico que se basa en el producto de mercado y elaboración tradicional, ofreciendo habitualmente productos fuera de carta. En esta ocasión, nos dejamos aconsejar en casi todo y pedimos una ración de almejas a la plancha, una de pulpo "a feira" y un calamar a la plancha. Lo primero que trajeron fueron las almejas y lo cierto es que estaban tan buenas que tuvimos que pedir otra ración. El pulpo estaba bueno, quizá un poco duro para mi gusto pero rico. De último el calamar, que tengo que reconocer que estaba bien, teniendo en cuenta que no soy fan de este tipo de platos pero las impresiones de los otros comensales lo dejan por las nubes. En cuanto al vino, también recomendación de la casa, un ribeiro que acompañaba perfectamente a los platos. Por último dos postres, una tarta de café y una tarta de limón. Mejor la de limón ya que la otra se nos hizo un poco "densa".
En resumen, un local muy agradable, espacioso y con gran capacidad. La atención perfecta, sobre todo por parte del propietario. La cantidad en las raciones, correcta y en cuanto al precio, 87 € en total. Sitio muy recomendable si se quiere degustar producto de calidad en un entorno agradable, cómodo y con fácil aparcamiento debido a su especial ubicación (al lado del pabellón de la malata).
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